ALGO DE HISTORIA
El pasaje Matheu, que discurre entre las calles de Espoz y Mina y Victoria, se abrió a consecuencia de la demolición en el año 1836 del convento de Nuestra Señora de la Victoria, que registraba graves daños a consecuencia de la pasada guerra de la independencia. El convento ocupaba toda la manzana hasta la Carrera de San Jerónimo y la desamortización decretada por el señor Mendizabal, ministro de la regente María Cristina, fue la puntilla para el convento, y el nacimiento del pasaje.
El pasaje Matheu, que discurre entre las calles de Espoz y Mina y Victoria, se abrió a consecuencia de la demolición en el año 1836 del convento de Nuestra Señora de la Victoria, que registraba graves daños a consecuencia de la pasada guerra de la independencia. El convento ocupaba toda la manzana hasta la Carrera de San Jerónimo y la desamortización decretada por el señor Mendizabal, ministro de la regente María Cristina, fue la puntilla para el convento, y el nacimiento del pasaje.

A
principios del pasado siglo se estableció en el Pasaje, una taberna llamada, de
manera muy original: “El Pasaje”, que con el tiempo se especializó en servir
mejillones preparados de múltiples maneras y que fue rebautizada comercialmente
como “La Ría” sobre el año 1948.
Desde
entonces ha servido raciones de mejillones a todo Madrid y parte del
extranjero. Los moluscos llegan directamente desde la Ría de Vigo en Galicia, y
anuncian el haber vendido cerca de siete millones de kilos, los cuales son
muchos, ya que yo no me los cómo ni en una semana, aun gustándome mucho los
mejillones.
Como
dato curioso, el establecimiento fue una de las primeras tabernas en instalar
terraza en la calle, y aun continúa a pesar de la estrechez de su fachada.
Debido
a la cantidad de vitaminas, minerales y propiedades beneficiosas que nos
aportan los mejillones, el visitar “La Ría” es mucho más saludable, placentero
y agradable, que tomarte un complejo vitamínico o subir el K2 para respirar su
aire puro.
INFORMACIÓN PRÁCTICA
Para tomar “El Avisillo” acodados en la barra:
Caña
de cerveza (1,40€) - Mejillones con
limón (5€) - Picantes (5€) - A la vinagreta (5,20€) - Mejillones cabreados
(7,20€) y otras muchas cosas buenas.
POR SI PUDIERA INTERESAR
El
local es largo y estrecho, sin apenas luz natural. Cuenta con una barra de
considerables dimensiones, que en su base tiene instalado el típico canalillo para
tirar las conchas vacías de los moluscos, y que no anden los clientes a patadas
con ellas. También te puedes instalar cómodamente en alguna de las mesas colocadas junto a la pared, de donde cuelgan ristras, no de ajos, sino de mejillones. Todo ello con el añorado ambiente de cuando yo era pequeño, y no digo de cuando llevaba pantalón corto, puesto que ahora soy mayor y también lo llevo.
El servicio es amable y competente.
El servicio es amable y competente.
Puntuación: ***
Aperitivo: Te lo
traes de casa. Se estiran poco.
Precio: Medio
Sucursales: No
Restaurante: No
Terraza: Debido a
la estrechez de la fachada, solamente pueden instalar cuatro mesas en el
exterior. Por utilizar la terraza incrementan el precio en 0,40€. Si consumes
en las mesas de dentro del local, el incremento de precio es de 0,20€.
Dirección: Pasaje
Matheu, 1
28012
Madrid
Teléfono:
915215155
Cierra: Nunca
Horario: 11:30 a
15:30 y 19:00 a 23:30 (viernes y sábados 24:30)