domingo, 28 de agosto de 2016

TABERNA CASA LABRA

ALGO DE HISTORIA
Con la remodelación de la Puerta del Sol y la apertura de nuevas vías a mediados del siglo XIX, tres calles muy antiguas: la de los Negros, de la Zarza y Peregrinos se unificaron en una formando la calle Tetuán, así bautizada en conmemoración a un hecho de armas acaecido durante una de las guerras de África. En esa época, y también en la actualidad, Madrid estaba sembrado de tabernas y con la inauguración de la nueva calle, nuevos negocios se establecieron en ella. El único que ha pervivido hasta nuestros días se llama "Casa Labra" y es toda una institución en Madrid y también en alrededores muy lejanos. La taberna ha cambiado poco desde su fundación en el año 1860, por una familia proveniente de Asturias. En cierta ocasión, dieciséis tipógrafos, cuatro médicos, un doctor en ciencias, dos joyeros, un marmolista y un zapatero, fundaron en éste establecimiento y de manera clandestina, el Partido Socialista Obrero Español; corría el año 1879 y suponemos que Don Pablo Iglesias Posse, organizador del evento y protagonista de la fundación, pagaría las primeras rondas. En la actualidad, una placa de bronce situada en la fachada, recuerda el hecho, no de las rondas, sino de la fundación del PSOE, quien por cierto es el partido político más antiguo de España, con funcionamiento ininterrumpido hasta la actualidad. 
Esta taberna, muy conocida por todos los madrileños, se especializó en servir los conocidos popularmente como "Soldaditos de Pavía", que no son otra cosa que trozos de bacalao rebozados y fritos, servidos muy calientes. Para explicar tan curioso nombre existen diversas versiones, pero la más verosimil nos indica que el color de la fritura del bacalao se asemeja al de los uniformes de los tercios españoles que combatieron, y vencieron, en la batalla de Pavía contra los franceses, además de tomar prisionero a su rey Francisco. Bien por nuestros soldados y bien por "Casa Labra" y sus soldaditos.
  

INFORMACIÓN PRÁCTICA
Para tomar “El Avisillo” acodados en la barra o donde podamos:
Caña (1,25€) - Chato vino (1,95€) - Tajada de bacalao (Soldadito de Pavía) (1,45€) - Croqueta de bacalao (1€) - Empanadilla de carne (1,35€)

POR SI PUDIERA INTERESAR
Casa Labra cuenta en su establecimiento con dos espacios diferenciados: la taberna y el restaurante. En la taberna cuentan con una barra, no muy amplia, donde se piden exclusivamente las bebidas, y en un extremo han habilitado una especie de submostrador para servir (previo pago) las especialidades culinarias de la casa. También cuentan con un pequeño salón que alberga una docena de mesas para los afortunados que encuentren alguna libre. Un gran espejo antiguo domina toda la taberna. A la derecha, una puerta nos conducirá al elegante salón para las comidas más formales.


Su producto estrella, el "Soldadito", es todo un acierto, a pesar de que ha perdido el pimiento rojo que antaño acompañaba a la tapa. También un punto más de jugosidad en las tajadas, sería de agradecer.
La taberna es visitada por numerosos turistas nacionales y extranjeros, además de por los que vivimos en el foro, faltaría más. La imagen de las aglomeraciones en la puerta y el personal comiendo en la calle, es de lo más habitual. Todo un éxito.



Puntuación: ***
Aperitivo: Te lo traes de casa, te dan gratis los buenos días.
Precio: Medio
Sucursales: No
Restaurante: Si
Terraza: Instalan mesas altas y taburetes en la mismísima calle.

Dirección: Calle Tetuán, 12
28013 Madrid
Teléfono: 915310081
Cierra: El 1 de enero de cada año
Horario: Taberna de 9:30 a 15:30 y de 17:30 a 23:00

sábado, 20 de agosto de 2016

TABERNA LA CASA DEL ABUELO


ALGO DE HISTORIA
En el número doce de la calle Victoria, así llamada en recuerdo de un antiguo convento situado en la cercana Carrera de San Jerónimo, a muy pocos pasos de la Puerta del Sol, abre sus puertas diariamente desde hace más de cien años, "La Casa del Abuelo", establecimiento con solera y castizo como hay pocos en Madrid. Es raro el “Isidro”(1), “Guiri”(2) o visitante esporádico de la capital, que no acuda a la taberna y deguste una ración de gambas a la plancha o al ajillo, acompañada por un “chato”(3) de vinazo embocado de producción propia.
En el año 1906 "El Abuelo", como popularmente se conoce a la taberna, empezó a funcionar como tal vendiendo rosquillas y vino dulce (diabólica combinación), para años más tarde pasarse a los bocadillos de chorizo, anchoas y sobrasada, que entonces debía ser algo muy sofisticado y moderno. En la década de los 40, en plena posguerra, y ante la escasez de harina, la industria bocadillera se torno difícil y en "El Abuelo" comenzaron a ofrecer a sus clientes, lo que con el correr del tiempo sería su producto estrella: la gamba. Gambas de Huelva o de Melilla a la plancha, acompañadas de su vaso de vino por 1,60 pesetas (0,00961€).
A falta de pan, buenas son gambas, que dice el refrán.
Tal fue su popularidad que llegaron a vender en un solo día 306 kilos de gambas, cocinadas a la plancha.
Después vendrían las gambas al ajillo y otras especialidades, siempre con ese pequeño crustáceo como protagonista, aunque no ya pescado en Huelva ni en Melilla, sino importado de allende los mares.
El vino es otra de las señas de identidad de "El Abuelo". En un principio, vino dulce originario de Alicante, para más tarde elaborarlo en bodegas propias por tierras de la Mancha. Ese regusto inconfundible a ciruelas pasas e higos secos, hacen del vino de "El Abuelo" el complemento ideal para consumirlo junto con una buena ración de gambas. Si consumes varios chatos de vino, dará igual con lo que los acompañes... te sabrá todo estupendo.
En definitiva, un establecimiento que resiste los avatares comerciales y de todo tipo durante 106 años, debe tener un secreto, y ese secreto no es más que un buen producto y precios asequibles.
Espero y confío que dentro de otros 106 años, mis tataranietos entren por la puerta de "El Abuelo" y, dirigiéndose al androide/camarero le digan con un punto de chulería:
"Una de gambas y unos chatos... para todos"
Aunque las gambas provengan del lunar Mar de la Tranquilidad.

(1) Antiguamente se denominaba "Isidro" a la persona que desde los pueblos cercanos a la capital, acudía a ésta durante las fiestas del Santo Patrón de Madrid (15 de Mayo), San Isidro Labrador. Siempre ha sido para los madrileños, sinónimo de gente simple, incauta y de pueblo.
(2) El "guiri" es el turista extranjero que visita España.
(3) Un "chato" en Madrid, es vino tinto servido en un vaso de cristal con escasa capacidad, que se toma en las tascas y bares de la ciudad.
Dicen que durante la invasión napoleónica, a principios del siglo XIX, los soldados del ejercito francés (gabachos) que acudían a bodegas y tabernas, siempre, para referirse a las diferentes clases de vinos franceses, pronunciaban la palabra francesa chateau (pronunciada sssató), lo que dio origen al castizo:
"Un chato, por favor".


  

INFORMACIÓN PRÁCTICA
Para tomar El Avisillo acodados en la barra:
Caña (1,60€) – Chato de vino (2,50€) -  Gamba blanca a la plancha (12 gambas 19,90€) – Gambas al ajillo (10,90€) – Langostinos plancha (17,50€).

POR SI PUDIERA INTERESAR
Se trata de un pequeño local, con barra de mármol blanco y cuatro mesas altas sin taburetes. Las paredes están decoradas con baldosines de parras y uvas, como no podía ser otra cosa en una taberna. Tienen una pequeña cocina junto a la entrada, donde preparan en el momento las raciones.

Puntuación: ***
Aperitivo: Te lo traes de casa
Precio: Medio
Sucursales: Tienen varios establecimientos diseminados por Madrid.
Restaurante: Propiamente dicho No
Terraza: No

Dirección: Calle Victoria, 12
28012 Madrid
Teléfono: 910 00 01 33
Cierra: Casi nunca
Horario: de 12:00 a 00:00 – Sábados y Domingos 12:00 a 01:00




domingo, 14 de agosto de 2016

BAR LAS BRAVAS



ALGO DE HISTORIA
En la calle, o más bien callejón dedicado a Álvarez Gato (El Callejón del Gato), de nombre Juan, vecino de Madrid, poeta y mayordomo de la reina Isabel La Católica, quién allá por el siglo XV escribía:"Hoy comienzan mis dolores, hoy pierde placer mi vida, hoy será la despedida y la más triste partida que se hizo por amores" abre sus puertas desde antiguo, una taberna castiza cuyo primitivo dueño tuvo el indudable mérito de transmutar, cual alquimista, el ajo, el pimentón, el aceite, la harina y algún que otro ingrediente secreto, en una sabrosa salsa anaranjada, de cierta untuosidad y regusto picante, que desde el año 1933 acompaña y hace bravas a unas humildes y mansas patatas, que disfrutamos con deleite los vecinos de Madrid, y cualquier persona que por esos pagos se aventure.
Hay que enfilar el callejón y se tropieza de inmediato con las réplicas de los famosos espejos deformantes, a los que alude Valle-Inclán en su obra "Luces de Bohemia". Los espejos originales, destrozados por una horda de alanos, se exhiben en el interior convenientemente restaurados y protegidos.
Este bar es de los de “toda la vida” y en él, he degustado sus patatas bravas y su pulpo durante años. Aun recuerdo cuando todavía cocían los octópodos en calderos de cobre a la vista del público. Entonces el local estaba presidido por un cuadro con una alegoría de los productos de la casa (pulpo, patatas, vino...) todo ello protegido por un amenazador y "bravo" toro negro. En la actualidad persiste el cuadro, aunque es una copia del original, que se encontraba bastante deteriorado.



INFORMACIÓN PRÁCTICA
Para tomar “El Avisillo” acodados en la barra:
Caña (1,60€) Patatas a la brava (4,20€), tortilla también brava (4,40€), oreja ya sabes cómo (5,10€) y pulpo a la gallega (11,20€), entre otras muchas cosas.

POR SI PUDIERA INTERESAR:
El local es amplio, con una barra suficiente y una zona diferenciada con unas doce mesas, para que te pongas como el tenazas comodamente.
En mis últimas visitas y con gran disgusto por mi parte, observo que su producto estrella: “Patatas a la Brava”, está perdiendo calidad en su elaboración. Esa magnífica textura que antaño tenían las patatas está desapareciendo, lo que al final las convierte en unas vulgares patatas fritas a las que añaden salsa brava, eso si, la salsa continúa siendo sublime.
Merecen otras visitas y las tendrán.

Puntuación: *** 
Aperitivo: Te lo traes de casa
Precio: Caro
Sucursales: Tienen varios establecimientos diseminados por el centro de Madrid
Restaurante: Propiamente dicho No
Terraza: No

Dirección:
Calle Álvarez Gato, 3
28012 Madrid
Tf. 91 522 85 81
Cierra: Casi nunca
Horario: De 12:00 a 16:00 y de 19:00 a 24:00 horas

Sitio Web: http://lasbravas.com/