martes, 20 de septiembre de 2016

BAR LA RÍA

ALGO DE HISTORIA
El pasaje Matheu, que discurre entre las calles de Espoz y Mina y Victoria, se abrió a consecuencia de la demolición en el año 1836 del convento de Nuestra Señora de la Victoria, que registraba graves daños a consecuencia de la pasada guerra de la independencia. El convento ocupaba toda la manzana hasta la Carrera de San Jerónimo y la desamortización decretada por el señor Mendizabal, ministro de la regente María Cristina, fue la puntilla para el convento, y el nacimiento del pasaje.
El Pasaje, llamado en sus orígenes de la Villa de Madrid, debe su actual denominación a Manuel Matheu, acaudalado inversor, que adquirió el solar y construyó un pequeño boulevard al estilo de los existentes en Paris, y que albergaba diversas tiendas de ropa. Estaba cubierto con una armadura de hierro con techo de cristal, y se accedía por la calle Espoz y Mina a través de un arco bellamente decorado. Los establecimientos que se instalaron en el pasaje tenían pavimentos de mármol y carpintería de madera de caoba. En su momento fue uno de los más lujosos de Europa y albergó los cafés de “Paris” y “Francia”. Con el tiempo y al perder la cubierta, se olvidó su aspecto de boulevard, quedando con la imagen que hoy presenta: una simple calle peatonal.
A principios del pasado siglo se estableció en el Pasaje, una taberna llamada, de manera muy original: “El Pasaje”, que con el tiempo se especializó en servir mejillones preparados de múltiples maneras y que fue rebautizada comercialmente como “La Ría” sobre el año 1948.
Desde entonces ha servido raciones de mejillones a todo Madrid y parte del extranjero. Los moluscos llegan directamente desde la Ría de Vigo en Galicia, y anuncian el haber vendido cerca de siete millones de kilos, los cuales son muchos, ya que yo no me los cómo ni en una semana, aun gustándome mucho los mejillones.
Como dato curioso, el establecimiento fue una de las primeras tabernas en instalar terraza en la calle, y aun continúa a pesar de la estrechez de su fachada.
Debido a la cantidad de vitaminas, minerales y propiedades beneficiosas que nos aportan los mejillones, el visitar “La Ría” es mucho más saludable, placentero y agradable, que tomarte un complejo vitamínico o subir el K2 para respirar su aire puro.



INFORMACIÓN PRÁCTICA
Para tomar “El Avisillo” acodados en la barra:
Caña de cerveza  (1,40€) - Mejillones con limón (5€) - Picantes (5€) - A la vinagreta (5,20€) - Mejillones cabreados (7,20€) y otras muchas cosas buenas.




POR SI PUDIERA INTERESAR
El local es largo y estrecho, sin apenas luz natural. Cuenta con una barra de considerables dimensiones, que en su base tiene instalado el típico canalillo para tirar las conchas vacías de los moluscos, y que no anden los clientes a patadas con ellas. También te puedes instalar cómodamente en alguna de las mesas colocadas junto a la pared, de donde cuelgan ristras, no de ajos, sino de mejillones. Todo ello con el añorado ambiente de cuando yo era pequeño, y no digo de cuando llevaba pantalón corto, puesto que ahora soy mayor y también lo llevo. 
El servicio es amable y competente.










Puntuación: ***
Aperitivo: Te lo traes de casa. Se estiran poco.
Precio: Medio
Sucursales: No
Restaurante: No
Terraza: Debido a la estrechez de la fachada, solamente pueden instalar cuatro mesas en el exterior. Por utilizar la terraza incrementan el precio en 0,40€. Si consumes en las mesas de dentro del local, el incremento de precio es de 0,20€.

Dirección: Pasaje Matheu, 1
28012 Madrid
Teléfono: 915215155
Cierra: Nunca
Horario: 11:30 a 15:30 y 19:00 a 23:30 (viernes y sábados 24:30) 



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