ALGO DE HISTORIA
La
Plaza de San Gregorio Magno se formó en el siglo XIX al derribarse una manzana
de casas entre las calles de San Gregorio y la del Soldado. En ella se instaló
una fuente, muy frecuentada por vecinos del barrio y aguadores. Lejos quedaban
los tiempos en que los duques de Frías explotaban sus huertas en estos
terrenos, y los castizos chisperos trabajaban en sus humildes herrerías
diseminadas por la zona. También cerca de la plaza se levantaba una prisión o
galera: “para aislar y retener a las
mujeres vagantes, ladronas, alcahuetas y otras semejantes”. La denominación
de galera procedía del castigo impuesto a los hombres que delinquían y eran
condenados a servir a remo en las galeras del rey. Nos imaginamos que el
equivalente femenino seria igual de duro y terrible.
En
1943, en plena posguerra, se cambió el nombre de la plaza, dedicándosela al
compositor madrileño Federico Chueca, autor de zarzuelas famosas, como: Agua,
azucarillos y aguardiente o la Gran Vía.
Esta
plaza dio nombre a un barrio, cuya historia pasó por varias fases, ya que a
finales de los años 70, la droga, la prostitución y la delincuencia en general
campaban por sus respetos, degradando el barrio y convirtiéndole en una especie
de gueto a evitar. Poco a poco y a iniciativa de asociaciones vecinales y también
de la comunidad homosexual que residía en la zona, el barrio resurgió de sus
cenizas y se convirtió en el corazón del movimiento LGTB de Madrid, cuya
apoteosis es la internacionalmente conocida Fiesta del Orgullo.
Podemos
decir que desde 1917 y presidiendo la plaza se encuentra la popular Taberna de
Angel Sierra, concretamente en la calle Gravina número 11. Inconfundible por su
bonita fachada años 30, realizada en madera y cristal pintado. La Taberna tiene
dos espacios a los que se llega a través de entradas diferentes: la que se
accede desde la plaza y que propiamente es la taberna, y la situada en el
lateral del local, en la calle San Gregorio y que antiguamente se dedicaba a
almacén de vinos y hoy se encuentra habilitado como salón.
INFORMACIÓN PRÁCTICA
Para
tomar El Avisillo acodados en la barra:
Caña
de cerveza 1,60€ - Vermú 1,70€ - Chato vino Rioja (2€)
Pepinillos rellenos 1,50€ - Canapés 2,80€
Pepinillos rellenos 1,50€ - Canapés 2,80€
POR SI PUDIERA INTERESAR
Si
entras en la taberna te vas a encontrar con una barra de madera labrada y
estaño, con su pozillo y caño de agua fría, además de sus correspondientes grifos
antiguos de cerveza y vermú. A pesar del deterioro evidente, aun conserva el
encanto y el sabor de las tabernas madrileñas.
En las paredes azulejería antigua y espejos con anuncios curiosos,
además de cientos de botellas cubiertas de polvo y varias cubas de roble. El
techo lo preside un fresco de autor desconocido.
Saliendo
y girando a mano derecha, encontramos la puerta de acceso al salón, donde
podrás tomarte unas cañas o un vermú, acompañando a un pepinillo relleno o a un
canapé. El salón, con escasa iluminación, tiene varias mesas con bancos y
taburetes, más botellas polvorientas y anuncios curiosos de latón, de más o
menos antigüedad. Al fondo y pintada sobre azulejos, una escena digna de los
tres mosqueteros.
Para
tomarte un vermú o una caña y poco más. La simpatía y la amabilidad no son su fuerte.
Puntuación: **
Aperitivo: Unas
aceitunas, además de un trozo de pepinillo con restos de pimiento morrón,
ensartados en un palillo.
Precio: Medio
Sucursales: No
Restaurante: No
Terraza: Si, en
plena Plaza de Chueca. También disponen de sombrillas para el veranito.
Dirección: Calle
Gravina, 11 (Plaza de Chueca)
28004
Madrid
Teléfono: 915310126
Cierra:
Horario: De 12 a 00:30. Viernes y sábados hasta las 3:00 horas
Sitio web:
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